*¿Por qué se rompe el LCA?
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) en el futbolista se considera una de las lesiones de mayor gravedad tanto por su recuperación como por la susceptibilidad que provoca de padecer nuevas lesiones de rodilla (5 – 7 veces más posibilidades de lesión del LCA en rodillas lesionadas previamente) así como lesiones musculares (isquiotibiales).
La incidencia de la lesión es de 0,05 – 3,7 por cada 1000 horas de juego, siendo 3 - 5 veces superior en mujeres. En un 70 – 90 % de los casos es en una situación de no-contacto, es decir, sin contacto con otro jugador.
Se considera que el mecanismo lesional es una combinación de factores intrínsecos (edad, sexo, composición corporal, etc…) y factores extrínsecos (entrenamientos, calendario de competición, superficie, etc…). Si a esta combinación se le añade un inciting event del juego donde confluyen una serie de elementos biomecánicos el ligamento se rompe.
El mecanismo principal consiste en una rotación interna de la tibia con la rodilla semiflexionada, próxima a la extensión, en el momento de pisar el suelo y que coincide, normalmente, con un cambio de dirección donde se produce la rotación externa del fémur combinada con una fuerza en valgo y rotación externa de cadera.
Dentro de los factores potencialmente más determinantes debería incluirse los factores ambientales (terrenos de juego duros, hierba alta, tacos largos o planos que permiten ganar tracción pero que presentan mayor riesgo), factores de riesgo anatómico como puede ser el tamaño de la escotadura intercondílea, el pie hiperpronado, el ángulo Q y/o la geometría del propio ligamento. Cabe tener también en cuenta los factores hormonales que nos explican porqué una mujer tiene más incidencia lesional (mayor incremento en el pico ovulatorio) y los factores de riesgo neuro-muscular como pueden ser las alteraciones en la propiocepción del movimiento de la rodilla en las situaciones que lesionan el LCA que se agravan por la fatiga neuromuscular o un inadecuado tono muscular. Finalmente se empiezan a tener en cuenta los factores de predisposición familiar (relacionadas con la expresión de las metaloproteasas del LCA).
Aún sin evidencia científica pero en estudio se encuentran otros factores como pueden ser el stress psico-emocional, la exigencia de la competición, los viajes, la periodización de las cargas de trabajo, los cambios en los modelos de entrenamiento, los nuevos sistemas de entrenamiento de fuerza asimilados de otros deportes, etc…
Es preciso, de todas maneras, seguir estudiando todos los posibles factores y especialmente el momento exacto de la lesión para poder protocolizar estrategias y programas preventivos individualizados que deberían ayudar a disminuir el riesgo de lesión del LCA.
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En caso de ser requerida alguna de la bibliografía consultada no duden en contactar conmigo.
4 comentaris:
Moltes felicitats per l'article publicat avuí!!
Molt interessant,
Anna Carbonell
Moltes felicitats per l'article publicat avuí!!
Molt interessant,
Anna Carbonell
Me encanto el articulo, tiene mucha explicación científica.
Quisiera saber como puedo disminuir el riesgo de producir la lesión?
Actualmente me estoy recuperando de esta lesión, y jugaba fútbol de salón en superficie dura. Que tipo de botines son los mas adecuados?
Saludos y gracias
El riesgo se disminuye fomentando los ejercicios de propiocepción de la rodilla y manteniendo un buen tono muscular del cuádriceps (especialmente el vasto interno). Para fútbol sala el calzado es bastante estándar, a diferencia del fútbol sobre césped en el que los tipos de calzado son muy variados. Cualquier tipo de bota de fútbol sala es correcta (siempre sin taco ni multitaco).
Es importante tener en cuenta también la preparación de propiocepción de la otra rodilla ya que cuando se rompe un ligamento cruzado aumenta la probabilidad de romperse el de la otra rodilla.
Saludos
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