Els dies 29 i 30 de maig de 2008 va tenir lloc a Palamós el 4t congrés de la Societat catalana de Medicina de l'esport.
Per mitjà de l'Escola de Medicina de l'esport de la Universitat de Barcelona (a qui des d'aquí envio el meu agraïment i encomano a seguir la gran tasca que estan duent a terme) se'm va encomanar de donar una de les xerrades sobre el concepte de la Variabilitat de la freqüència cardiaca (un dels conceptes d'estudi d'algun dels grups de treballs d'investigació en els que participo). Per més informació (no descarto fer un post explicant una mica el concepte) hi han dos articles publicats del nostre grup de treball a la revista Archivos de Medicina del deporte 123 i 124.
A continuació disposo el link oficial del congrés a través del qual es poden descarregar totes les xerrades (i realment val la pena donar-li una ullada perquè disposa d'un cartell "de luxe").
http://www.academia.cat/societats/esport/ponencies_palamos.php
divendres, 25 de juliol del 2008
dijous, 10 de juliol del 2008
Las pruebas de esfuerzo precompeticionales (sigue el debate)
Médicos italianos, donde estas pruebas son obligatorias para todos los deportistas, publican en el "British Medical Journal" que ayudan a detectar problemas posiblemente mortales y anomalias cardiacas.
Este es el enlace del documento completo:
Cardiovascular evaluation, including resting and exercise electrocardiography, before participation in competitive sports: cross sectional study
http://www.bmj.com/cgi/content/full/337/jul03_2/a346
Este es el enlace del documento completo:
Cardiovascular evaluation, including resting and exercise electrocardiography, before participation in competitive sports: cross sectional study
http://www.bmj.com/cgi/content/full/337/jul03_2/a346
dilluns, 7 de juliol del 2008
¿Por qué se rompe el Ligamento cruzado anterior?
Després de força temps sense escriure per motius d'excés de treball m'agradaria parlar d'un dels temes de més actualitat en el món de l'esport actual. Aquest és un escrit preparat pel Dr. Gil Rodas i per mi mateix i presentat al congrés de patologia muscular del Real Madrid i l'Atlético de Madrid el 2007.
La incidencia de la lesión es de 0,05 – 3,7 por cada 1000 horas de juego, siendo 3 - 5 veces superior en mujeres. En un 70 – 90 % de los casos es en una situación de no-contacto, es decir, sin contacto con otro jugador.
Se considera que el mecanismo lesional es una combinación de factores intrínsecos (edad, sexo, composición corporal, etc…) y factores extrínsecos (entrenamientos, calendario de competición, superficie, etc…). Si a esta combinación se le añade un inciting event del juego donde confluyen una serie de elementos biomecánicos el ligamento se rompe.
El mecanismo principal consiste en una rotación interna de la tibia con la rodilla semiflexionada, próxima a la extensión, en el momento de pisar el suelo y que coincide, normalmente, con un cambio de dirección donde se produce la rotación externa del fémur combinada con una fuerza en valgo y rotación externa de cadera.
Dentro de los factores potencialmente más determinantes debería incluirse los factores ambientales (terrenos de juego duros, hierba alta, tacos largos o planos que permiten ganar tracción pero que presentan mayor riesgo), factores de riesgo anatómico como puede ser el tamaño de la escotadura intercondílea, el pie hiperpronado, el ángulo Q y/o la geometría del propio ligamento. Cabe tener también en cuenta los factores hormonales que nos explican porqué una mujer tiene más incidencia lesional (mayor incremento en el pico ovulatorio) y los factores de riesgo neuro-muscular como pueden ser las alteraciones en la propiocepción del movimiento de la rodilla en las situaciones que lesionan el LCA que se agravan por la fatiga neuromuscular o un inadecuado tono muscular. Finalmente se empiezan a tener en cuenta los factores de predisposición familiar (relacionadas con la expresión de las metaloproteasas del LCA).
Aún sin evidencia científica pero en estudio se encuentran otros factores como pueden ser el stress psico-emocional, la exigencia de la competición, los viajes, la periodización de las cargas de trabajo, los cambios en los modelos de entrenamiento, los nuevos sistemas de entrenamiento de fuerza asimilados de otros deportes, etc…
Es preciso, de todas maneras, seguir estudiando todos los posibles factores y especialmente el momento exacto de la lesión para poder protocolizar estrategias y programas preventivos individualizados que deberían ayudar a disminuir el riesgo de lesión del LCA.
*¿Por qué se rompe el LCA?
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) en el futbolista se considera una de las lesiones de mayor gravedad tanto por su recuperación como por la susceptibilidad que provoca de padecer nuevas lesiones de rodilla (5 – 7 veces más posibilidades de lesión del LCA en rodillas lesionadas previamente) así como lesiones musculares (isquiotibiales).
La incidencia de la lesión es de 0,05 – 3,7 por cada 1000 horas de juego, siendo 3 - 5 veces superior en mujeres. En un 70 – 90 % de los casos es en una situación de no-contacto, es decir, sin contacto con otro jugador.
Se considera que el mecanismo lesional es una combinación de factores intrínsecos (edad, sexo, composición corporal, etc…) y factores extrínsecos (entrenamientos, calendario de competición, superficie, etc…). Si a esta combinación se le añade un inciting event del juego donde confluyen una serie de elementos biomecánicos el ligamento se rompe.
El mecanismo principal consiste en una rotación interna de la tibia con la rodilla semiflexionada, próxima a la extensión, en el momento de pisar el suelo y que coincide, normalmente, con un cambio de dirección donde se produce la rotación externa del fémur combinada con una fuerza en valgo y rotación externa de cadera.
Dentro de los factores potencialmente más determinantes debería incluirse los factores ambientales (terrenos de juego duros, hierba alta, tacos largos o planos que permiten ganar tracción pero que presentan mayor riesgo), factores de riesgo anatómico como puede ser el tamaño de la escotadura intercondílea, el pie hiperpronado, el ángulo Q y/o la geometría del propio ligamento. Cabe tener también en cuenta los factores hormonales que nos explican porqué una mujer tiene más incidencia lesional (mayor incremento en el pico ovulatorio) y los factores de riesgo neuro-muscular como pueden ser las alteraciones en la propiocepción del movimiento de la rodilla en las situaciones que lesionan el LCA que se agravan por la fatiga neuromuscular o un inadecuado tono muscular. Finalmente se empiezan a tener en cuenta los factores de predisposición familiar (relacionadas con la expresión de las metaloproteasas del LCA).
Aún sin evidencia científica pero en estudio se encuentran otros factores como pueden ser el stress psico-emocional, la exigencia de la competición, los viajes, la periodización de las cargas de trabajo, los cambios en los modelos de entrenamiento, los nuevos sistemas de entrenamiento de fuerza asimilados de otros deportes, etc…
Es preciso, de todas maneras, seguir estudiando todos los posibles factores y especialmente el momento exacto de la lesión para poder protocolizar estrategias y programas preventivos individualizados que deberían ayudar a disminuir el riesgo de lesión del LCA.
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En caso de ser requerida alguna de la bibliografía consultada no duden en contactar conmigo.
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